En la actualidad uno de los booms de consumo gastronómico en Buenos Aires es la comida peruana. Como si los porteños se alejaran de las reiteradas expresiones racistas que se escuchan a menudo, el ceviche, las jaleas, el pollo a las brasas, los tiraditos, las causas, las papas a la huancaína, las chifas, los chupes o los anticuchos, son ahora populares en nuestra ciudad y no solo por porteños de origen peruano. Exquisita, dueña de sabores potentes y con un destacado trabajo en el uso de las especies y condimentos, la comida de Perú ha crecido en Buenos Aires desde los bodegones, que fueron reducto original de la comunidad andina.
Muchos de los actuales restoranes pitucos son descendientes de bodegones de rompe y raja. El Entorno en su largo caminar bodegones, ha visitado varios de los boliches peruanos. Distribuidos especialmente en la zona de Once y Abasto o en Belgrano, podemos nombrar a Chabuca, Mamani, Contigo Perú o el Cocorocó. Sin embargo, el primero de todos ellos fue, para nosotros, La norteñita.
Hoy renombrado Manotas, este boliche, que mantiene intacto su forma y estilo original, es un pequeño bodegón que queda en Manuel Ugarte 2390, a pocos metros de la avenida Cabildo.
Manotas o La norteñita como lo conocimos nosotros, es un lugar para ir a comer. Olviden la atención cumplida, la decoración autóctona o la variedad del servicio. Con uno de los mejores ceviches entre los ofrecidos en la ciudad, Manotas se destaca por la gentileza de sus porciones. Platos abundantes, de esos que cuesta atacar sin que se desparrame comida, engalanan la mesa. Un consejo es prestar atención a los ceviches. En la frescura y la calidad del pescado está el secreto inicial de esta preparación. Por la zona de Belgrano, en el llamado barrio Chino, están los mejores pescaderos de la ciudad – cuya atención en general está a cargo de trabajadores peruanos – y ese no es un detalle menor a la hora de elegir un ceviche. En este bodegón, además de los ceviches bien preparados, el pollo a la brasa es otra de sus especialidades. El chaufa es abundante y sabroso. Con un plato, comen 2 personas sobradamente.
Un detalle que destaca su condición de bodegón es la vieja costumbre – no sabemos si la conservan – de poner los platos servidos en el medio de la mesa y proveer de cubiertos a cada comensal, dejando que todos coman directamente del plato donde la comida llegó a la mesa. Imaginen al sexteto que compone El entorno lanzados con tenedores sobre el mismo plato.
Un bodegón peruano en pleno Belgrano, Manuel Ugarte y Cabildo (a metros de la estación Congreso de Tucumán del subte D), Manotas cumple con todas las exigencias de las normas GUISO 9001 y fue ganador de la gira bodegones, allá por el año 2005.
(Los Bodegones porteños son auspiciados por El Entorno: Pablo Santos, Luis Chaparro, Sergio Olguín, Fabio Cholakian, Carlos Prado y Daniel Cholakian)
2 comentarios:
El primer Restaurante Peruano en el barrio de Belgrano es el Restaurante Contigo Perú.Nací en este barrio y lo se perfectamente.
Anónimo, tal vez no lo entendiste correctamente, lo que dijimos es que el primero en la larga lista de boliches peruanos que visitamos fue "La norteñita", no que ese fuera el primero de los abiertos ni en el barrio ni la ciudad.
Espero que ahora quede más claro
Saludos
Publicar un comentario